Cos pés na terra Moksín
Zapatos que inspiran historias. Historias que inspiran zapatos.
Moksín es una zapatería familiar de Galicia, en constante búsqueda de nuevas formas de comunicarse y relacionarse con su entorno. En esta ocasión, querían transmitir el cariño y sensibilidad con la que eligen cada par. Escribí un microrrelato para cada zapato, que se convirtió en un regalo para los clientes y un contenido diferente y especial para la tienda.
(Los microrrelatos están originalmente escritos en gallego, abajo encontrarás la traducción al castellano)
CUANDO LÍA BAILA
Como nunca mira por donde va, un día tropezó con el arco iris. Primero se enredó con el color azul, después en el rojo y, cuando se intentó mover, se dio cuenta de que arrastraba el amarillo, el lila, el naranja y el rosa. Abrazó todos los colores. Pero el arco iris desapareció tan rápido como había llegado así que, con los brazos vacíos, se puso de pie, decidida a caminar en su búsqueda. Pero en vez de caminar bailó. Y cuando Lía baila el cielo se tiñe de infinitos colores.
FANTASÍA
Le resulta imposible poner los pies en el suelo. Por mucho que se acerque, jamás llegará a tocarlo. Ni siquiera le está permitido rozar la capa de polvo que se va acumulando día tras día o sentir el peso de los pasos de la realidad. A ella se le concedió el don del azul cielo, de la transparencia de las gotas de rocío, de la ligereza de las nubes de verano. Una escalera directa al lugar donde todas las cosas son posibles, tan fácil de subir como difícil de bajar. Pero, por muy arriba que se encuentre, jamás podrá dejar de mirar lo que tiene debajo, insistiendo en desafiar la fuerza de la fantasía para poder tocar de una vez algo que su pie no atraviese, algo sólido y consistente donde poder detenerse un instante para dejar una huella o algo que sirva para que alguien sea quién de seguir sus pasos a lo largo de la escalera ascendente.
MARIÑEIRA
Jamás lo quiso ver, temerosa de que una imprudencia deshaga para siempre el canto de las gaviotas, la sal en la piel, los dibujos en la arena, el reflejo de la luna. Prefiere perderse en su voz, siempre tranquila por mucho que suba la marea, mecerse en el repiqueteo de las puntas de sus dedos acompañando las gotas que golpean la ventana y escuchar, una y otra vez, su forma de imaginar el mar.
CHAQUETEIRA
No sabía simplificar sin llorar la pérdida de matices, por eso tampoco podía soportar ser una única persona. Cambiaba de opinión, pinta y estado de ánimo cada dos por tres, desdoblando infinitamente su personalidad hasta alcanzar tamaños que no cabían en el mundo de los sueños. En la creciente falta de coherencia, los extremos se alejaron tanto que se abrazaron. Y ya nunca más fueron capaces de deshacerse de ese abrazo que poco a poco fue soldando las capas formando la personalidad más sólida, rica y entera que jamás se haya visto.
COSAS PEQUEÑAS
Por más que eleve mis pasos, por más que ajuste el zapato, por más que, para mi pesar, solo camine sobre aceras y asfalto, se me tiene que meter la maldita piedra. Porque sí, la piedra es una. ¿O piensas que es posible que todas las piedras inexistentes de una ciudad conspiren para, de una manera mágica, meterse en mi zapato, solo para fastidiarme, obsesionarme y enloquecerme, con el retorcido objetivo de robarle el protagonismo a cualquier otro evento que ocurra en mi día?
EN EL TEJADO
Igual que los gatos que comienzan a vivir cuando cae el sol, el ladrón de guante negro solo encuentra reposo en las puntas más altas de los tejados. Sigiloso, estudia detenidamente su objetivo antes de realizar el mínimo movimiento. Rabioso, lo incendia solo para poder contemplarlo teñido de rosa, naranja y amarillo. Perezoso, fuma de su pipa gris para alargar un poco más el proceso y tener tiempo de esconderse. No necesita mirar el reloj para saber cuándo empezar a tirar lenta pero decididamente del manto que cubre la ciudad, antes de que la luz del día lo inunde todo
LA DISTANCIA
Donde los demás solo vemos discusiones irreconciliables, ella encuentra el equilibrio. Creando la equidistancia imposible entre amor y odio, serenidad e histeria, euforia y pena. Enseñando que el extremo puede estar en el medio y el medio en el extremo. Marcando el paso, el ritmo y el tono mientras los demás solo podemos preguntarnos cómo puede mantener el equilibrio con esos tacones tan altos.
DETERMINACIÓN
Hacía días que caminaba sin rumbo, inventando mapas y calles, sin itinerario ni destino. La ligereza que envolvía cada uno de sus pasos le decía que no era momento de detenerse. No mientras siguiera moviéndose delante suya. No mientras no se girara y le sonriera con sus dientes separados. Non mientras no le dijera que ya tardaba en aparecer. No mientras no le dijera que a partir de ahora le gustaría que caminara a su lado.